lunes, 5 de diciembre de 2016

Las vacaciones

Oscar Hugo López Rivas

Han llegado los meses del merecido descanso para los niños y  los jóvenes. Es el turno de  los padres, quienes  tienen que aprovechar este tiempo en promover actividades especiales que permitan fortalecer la convivencia familiar, sin descuidar  mantener ocupados a sus hijos en otras actividades igual de importantes. En estos tiempos en  que los padres mayoritariamente se dedican a trabajar, para lograr ingresos que favorezcan al sustento familiar, es necesario que los meses de vacaciones de los niños y jóvenes, no sean periodos en los que estos se dediquen a holgar, vagar o buscar compañías que en lugar de edificarles, les provoquen desvíos en su conducta que luego pueden ser dañinos para ellos, su familia y condicionen su futuro.

Muchos niños y jóvenes a pesar de su buena conducta a veces son influenciados por compañeros o vecinos quienes ante la falta de control familiar y  la inminente libertad que gozan, se contaminan al estar expuestos a drogas, tabaco, licor,  delincuencia entre otros males sociales.  La escuela en un inicio tuvo la función de cuidar a los niños y jóvenes ante los compromisos de los padres, ha ido evolucionando su función, sin embargo el periodo en que los niños pasan en la escuela es aprovechado por los padres para hacer sus tareas laborales y de esa cuenta garantizarse en buena forma que sus hijos estarán siendo atendidos, mientras ellos trabajan, por lo menos, una buena parte del día.

Estoy consciente que no en todos los lugares es posible que los estudiantes tengan otras actividades que les edifiquen, sin embargo, hay algunas instituciones públicas y privadas que trabajan con mucha responsabilidad y creatividad durante estos meses, entre ellas: iglesias, municipalidades, academias, casas de la cultura, entre muchas otras,  ofreciendo cursos especiales  como: karate, fútbol, teatro, música, manualidades, servicio social, deporte, ajedrez,  inglés, natación, etc. Si las condiciones no lo permiten, por costo o carencia de programas especiales,  es aconsejable que elaboren un plan con sus hijos en donde incluyan la lectura diaria, la conversación sana, el juego familiar, solo eso es tan edificante como no tenemos idea.   El punto básico es que como padres tenemos el compromiso de entregar a la sociedad hombres y mujeres de bien, por lo tanto, el tiempo que podamos invertir en nuestros hijos, será una inversión invaluable para el país.  Recordemos que construir algo cuesta mucho, destruirlo se hace en un segundo.   

     

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