lunes, 5 de diciembre de 2016

La Escuela como expresión de felicidad


Hace unos días, en una conversación con mi hijo quien estudia primero básico, hablamos del gusto que él sentía por ir al colegio. Indagando con más profundidad, le hice la pregunta ¿por qué te gusta ir al colegio? su respuesta fue la siguiente: el colegio es un lugar en donde paso la mayor parte del tiempo, ahí   hay una socialización muy buena, todos se respetan, se ven como iguales,  lo hacen a uno sentirse  cómodo, aprendo mucho, los profesores son amigos, ellos no gritan, ni castigan, sobre todo, generan una buena relación. Igual actitud tienen todos los trabajadores del establecimiento. Me continuó diciendo que le encantaba ir al colegio, porque en el receso disfrutaban de un partido de futbol o un encuentro de ping pong. Disfruto ese tiempo con mis compañeros expresó. Al abordar este último tema me hizo recordar una historia asociada con él hace varios años en otro centro educativo en donde él estudiaba. Recuerdo que debía comprarle al año varios uniformes, especialmente pants y  pantalones de vestir, cada semana una de esas prendas la llevaba rota. La pregunta rutinaria era, ¿qué hiciste para romperlo? la respuesta era la misma, jugaba con mis amigos en el receso. Una vez le hice una comparación indebida y su respuesta me dejó una lección para toda la vida. Él tenía un amigo que yo sabía que sus uniformes le duran uno o más años, entonces le dije,  tu amigo cuida mejor  su ropa, ¿por qué tú no haces lo mismo? y me respondió. Sabes qué hace mi amigo en el recreo, se para debajo de un árbol a vernos jugar, corta una rama y  juega con ella, él quisiera jugar y disfrutar como nosotros,  pero sus padres le dicen que no debe romper por ningún motivo su ropa. De lo contrario lo castigarán.   Me cuestionó diciendo, ¿quieres tú que sea feliz jugando y disfrutando mi receso? o ¿quieres   que sea infeliz cortando ramitas debajo de un árbol viendo a los demás disfrutando de un especial encuentro de futbol? Mi respuesta fue tajante, rompe más pantalones y disfruta tu recreo. Sé feliz hijo que el tiempo no vuelve.

En realidad en la escuela o el colegio debería generarse un clima especial en donde cada momento se disfrute, aprovechar a aprender con ganas y entusiasmo,   y disfrutar el recreo para compartir con los amigos. Los amigos de mi infancia son los más especiales y quienes mayores experiencias dejan grabadas en nuestra memoria. 


En conclusión mi hijo me dijo: el colegio no solo debe ser para ir a estudiar,  sino un lugar especial y  sublime en donde cada momento de nuestra vida sea para vivirlo en plena felicidad.

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