miércoles, 23 de mayo de 2018

La primera feria científica en Guatemala: un desafío para niños y jóvenes. Parte II


En una sociedad si la educación de la mayoría es  de un nivel alto, todos salimos ganando, todos logramos cierto grado de competitividad y la vida en sociedad presenta mayor armonía.  Por el contrario, si nuestra educación es grandemente diferenciada,  las consecuencias afectan a todos.  Hemos revisado con detenimiento la dinámica educativa en otras realidades  y se ha encontrado que en algunos sistemas educativos se ha logrado recuperar o fortalecer la creatividad,  innovación e invención,  a través de diferentes  actividades, entre ellas las ferias científicas, que son actividades en donde los niños y jóvenes aprovechando su naturaleza  creativa, de innovación e invención  participan permanentemente en ferias científicas o actividades similares. Guatemala implementará a partir de este año- y en forma permanente-, normada a través del Acuerdo Gubernativo 79-2018, la primera feria científica. Las áreas que abarcará son: matemática, ciencias, tecnología, arte e  ingeniería. Habrán competencias a nivel local, departamental,  regional y nacional en procesos en donde tras criterios mínimos, competencias sanas y  abiertas, inventan desde pequeños  hasta grandes descubrimientos.  

Así, y en el uso de este tipo de mecanismos muchos de los grandes inventos han sido creados  y  han marcado un antes y un después en la ciencia. El sistema educativo será el que impulse esta iniciativa y participarán varios ministerios, secretarias y otras instituciones. El objetivo será que los niños y jóvenes tengan un espacio libre para hacer volar su imaginación  y de esa forma sacar a relucir  su ingenio y su amplia creatividad. Estoy totalmente claro que este es un espacio que año con año reunirá a niños y jóvenes en una tarea que se convertirá en permanente en  la búsqueda de un espacio en donde todos contribuyamos a eliminar progresivamente ese sistema alienante, prohibitivo, dominante y poco  o nada promotor de la invención y creación. 

Contemplará competencias locales, regionales y finalmente un encuentro con carácter nacional.  Los ganadores tendrán desde reconocimientos monetarios, pasando por la  oportunidad de ser reconocidos como inventores, hasta la posibilidad de becas de estudio dentro y fuera del país. Podrán participar centros educativos del sector público y privado, del nivel primario y del nivel medio, también se ha agregado la categoría de educación extraescolar.  Seguramente será un espacio que marcará la vida de los participantes, será el espacio adecuado para lograr mejores resultados en la ya atrasada agenda de la creación, invención e investigación, la cual marcará el rumbo transformador de los próximos años en el país.        

La primera feria científica en Guatemala. Un desafío para los niños y jóvenes. Parte I


La creatividad y la innovación son dos condiciones fundamentales  de la naturaleza del ser humano, sin embargo, es muy común que socialmente, desde muy pequeños los seres humanos estén participando de procesos en donde en lugar de lograr mejores condiciones para el desarrollo de esas dos cualidades, lo que sucede es que se inhiben o limitan.  Es muy común, que a los niños desde temprana edad  se les limite el desarrollo de la libertad para crear, en muchas de sus acciones reciben prohibiciones para actuar, de manera que pareciera que lo que se espera de ellos es que hagan lo que se les dice y nada más.  

Es una forma típica de limitar su desarrollo y posibilidades. Se les calla cuando hablan, se les pide que no escriban, que no ensucien, que no estén hablando de más, que no hagan bulla, que no jueguen,  etc. Los niños son curiosos, preguntan, indagan, buscan, crean. La prohibición es permanente, y  todos en la mayoría de las familias participan de ello.   Considero que mucho de esto está asociado con el modelo educativo con el que fuimos formados, fue un modelo impuesto, aleccionador y de dominación.  Esto hace que la mayoría de los adultos piensen que  la mejor forma de educar es la basada en el silencio, en la obediencia, en hacer solo lo que se pide, en hacer solo lo “correcto”.  Todo esto nos ha llevado a tener sociedades que no trascienden, tan solo algunos pueden nadar en contra de la corriente,  pero la mayoría hace lo que conviene al sistema. 

Por otra parte, nuestros niños de 0 a 6 años,  viven una realidad muy crítica, desde graves problemas de desnutrición, hasta exclusión directa o indirecta en el sistema educativo. De esa cuenta, tan solo, el 4% de los niños de 0 a 4 años tienen alguna oportunidad de programas de educación integral para la primera infancia  y el 51.2 % de los niños de  4 a 6 años tienen acceso a la educación pre primaria.  El resto está condenado a las mínimas posibilidades para su desarrollo integral.  En muchos casos, los países ofrecen poco para estos niveles, no tienen mucha cobertura, los recursos económicos condicionan esta realidad. Por otra parte, la formación de los padres, quienes cuando se les pregunta por que no envían a sus hijos al nivel inicial o pre primario, dicen con una ignorancia justificada- pues así se les ha formado- que enviarlos para que vayan solo a pintar, cantar o  jugar, de nada les sirve, y únicamente genera gasto. 

Esto es el resultado de lo que desconocen, sobre todo de lo que el sistema ha formado en los adultos. Lo peor del caso es que, pareciera que la indiferencia de quienes tienen la oportunidad de estudiar y de formarse  es algo normal. Como quien dice, sálvese quien pueda,  pareciera que si el otro no se forma eso no me afecta, estamos equivocados, en la medida que nuestra formación como sociedad sea débil, esto afecta el rumbo del país, el nivel de vida de todos, la seguridad y las oportunidades como sociedad.