jueves, 22 de febrero de 2018

Tributo a los docentes jubilados


Dedico este espacio a los hombres y mujeres que durante  gran parte de su vida,  colaboraron en el servicio público en distintas instituciones  del Estado y que decidieron acogerse al plan de retiro. Por mi vinculación al sector educación, me referiré a los docentes, la profesión docente es la más importante en una sociedad, sin embargo, en sociedades como la nuestra, las condiciones en que los docentes realizan sus tareas no son las más adecuadas, los salarios que perciben tanto en lo público como en lo privado son muy bajos. Un docente con 20 años de servicio puede jubilarse según la ley, sin embargo, se retira con lo mínimo, con una edad todavía productiva y en muchos casos busca otras fuentes de ingresos, en la iniciativa privada o en negocios propios. 

Muchos de estos docentes, pasados  algunos años buscan la forma de reincorporarse a la docencia, la cantidad que reciben como jubilados es insuficiente para cubrir sus necesidades y las de sus familiares dependientes.  Hay gran cantidad de docentes que llegan a la clase escalafonaria F, cumplen su tiempo de servicio y no se jubilan, a veces porque les apasiona la docencia, en otras, porque al jubilarse reciben menos de lo que devengan trabajando. 

Algunos de ellos presentan problemas de salud, otros se aferran a teorías tradicionales y  su desempeño es ampliamente cuestionable. Quienes decidieron retirarse enfrentan varios problemas, lo que reciben no les alcanza para cubrir lo necesario para vivir con decoro, por otra parte, no reciben aumento, bonos y otras prestaciones que se les otorgan a los docentes activos. El decreto 63-88, se encarga de normar y regular a todos los trabajadores del Estado que se han jubilado, no se hace separación entre trabajadores de educación, salud, comunicaciones, etc. 

A partir que se jubilan, dejan de pertenecer a sus ministerios respectivos y pasan a ser parte de las clases pasivas del Estado.   He visto casos de docentes que se jubilaron hace muchos años y Dios les ha dado larga vida, sin embargo, su jubilación es una nada para este tiempo, viven en condición muy lamentable después de haber dejado gran parte de su vida al servicio del Estado. Es un tema complejo, habrá que pensar en salidas para dignificar a esos hombres y mujeres que dieron su vida al servicio público.

En el Congreso de la República ya hay una iniciativa de ley para considerar el aumento del techo de retiro, espero algún día sea realidad.  Finalmente, aprovecho para aclarar que como Ministro de Educación, no soy quien decide otorgar o no, aumento o bonos a quienes ya se retiraron de la docencia. Si fuese yo el responsable, no pasaría por el Ministerio sin dar a quienes han dado tanto al país, un merecido reconocimiento económico al sacrificio, entrega y dedicación que dieron en su tiempo. Gracias docentes jubilados, ustedes han sido clave para el desarrollo de esta sociedad, nosotros hemos sido formados por ustedes y los reconocemos.

viernes, 9 de febrero de 2018

La necesidad de dignificar a los docentes


Existe una mala percepción con relación a que los docentes no merecen nada, su nivel de formación es bajo,  no llegan a trabajar y si lo hacen, su metodología es caduca, dicen que los docentes son los mejor pagados y  que solo para protestar sirven.  Hay personas que se expresan de una forma muy negativa acerca de los docentes. Hoy quiero generar un debate sobre ese tema, empiezo por señalar que,  como en todo trabajo, hay personas que se desempeñan excelente, otras aceptablemente y algunas mal.  
No encuentro una profesión en la que todos sus miembros se desempeñen en forma excelente. En el sector oficial de educación en Guatemala  hay 134,000 trabajadores  y se puede decir que en este sector tan grande e  importante podemos encontrar de todo. 
Nuestro sistema educativo presenta graves deficiencias en aspectos como infraestructura, mobiliario, equipo, materiales y otros insumos básicos para desarrollar los procesos educativos en forma adecuada.  Sin embargo, a pesar de esas condiciones, los docentes  hacen lo mejor que pueden para lograr desempeñar su trabajo con responsabilidad, creatividad y  calidad. Un profesor de primer ingreso tiene un salario de Q 3,135.56 con descuentos y luego de 25 años de trabajo podrían duplicar su salario. Ese es un salario que no cubre ni la canasta básica. Para un profesional que está dedicado a formar a los niños y jóvenes que se convertirán en el futuro en ciudadanos, es un salario con verdaderos inconvenientes para lograr una vida digna. Los docentes son los profesionales más importantes en una sociedad, ellos son quienes se encargan de formar capital humano, de ellos depende el futuro en gran medida de la sociedad. 
Por ello, necesitamos docentes bien formados, motivados para hacer su trabajo, que sean valorados y reconocidos, con un salario que les permita vivir con dignidad.  Hace algunos años haciendo un trámite en una dependencia del Estado, la persona que me atendió me dijo. “Hagan algo por los docentes para que cambien el estilo de vida de pobreza que viven muchos de ellos, la imagen que tengo del docente es aquella, en la que su día empieza muy temprano, sube a la camioneta, desayuna en ella, sale del centro educativo en donde trabaja, toma otra camioneta rumbo a otro centro donde imparte docencia en la  jornada vespertina o nocturna para reunir otros ingresos, come otro pan. Sale en la tarde hacia su casa, llega a altas horas de la noche, califica, descansa un poco, y en la madrugada inicia otra jornada igual.”  Me decía, los maestros deben ser dignificados, no son cualquier cosa. Ellos son los constructores de una sociedad con conocimientos.  
Hagamos esfuerzos para generar una forma respetuosa de ver en el país a los docentes.

lunes, 5 de febrero de 2018

El inicio del ciclo escolar y sus dificultades

Ministro Oscar Hugo López


Como se ha escrito, el sistema educativo nacional presenta limitaciones en varios ámbitos, también se ha dicho con mucha claridad que como país invertimos poco en educación, tan sólo el 2.8% del PIB y lo recomendado es invertir 7%. El tema de la inversión tiene una serie de explicaciones, sin embargo, debe estar claro que si deseamos un mejor sistema educativo necesitamos invertir más en él. 
A pesar de esas limitaciones hay esfuerzos que en muchos casos no se conocen o no se valoran, por ejemplo: al momento que escribo esta columna, se ha ejecutado el 70% de los recursos asignados a las organizaciones de padres de familia-OPF- para los programas de alimentación escolar, gratuidad, valija didáctica y útiles escolares. Esta no es una tarea fácil si tomamos en cuenta la priorización de los recursos que se tienen que hacer en los primeros meses del año y decidir de esa cuenta trasladar los mismos a los sectores más importantes.  Asimismo, el 22 de enero se dio el banderazo de salida de los textos escolares para todo el país, entre 10 y 25 camiones diarios se dirigen a los diferentes centros de acopio para hacer llegar 5 millones de textos a las escuelas.  Iniciamos las clases una semana antes de lo tradicional y esperamos finalizarlas también en fechas posteriores a lo común.
Sin embargo, estas priorizaciones se ven empañadas ante los graves problemas en la infraestructura escolar la cual ha sido desatendida por décadas. El 88% de las escuelas están en terrenos que no son propiedad del Estado por tanto no hay certeza jurídica para la inversión en ellos.  Los desastres naturales cada año suman una gran cantidad de edificios escolares afectados.  No hemos salido de reparar algunas escuelas y se suman otras con peores afecciones que las primeras.  Es una situación de nunca acabar.  Por otra parte, el tema de mobiliario y equipo, es verdaderamente penosa la situación en que se encuentran muchos centros educativos con carencia de escritorios y equipo para su buen funcionamiento. A esto debemos de sumarle el hecho que en algunos edificios funcionan varios centros educativos en distintas jornadas. La vida útil del mobiliario se reduce significativamente y los recursos para invertir en estos rubros en algunos casos no existen o son muy limitados. También surge un problema permanente que es la demanda de nuevas plazas docentes.
En realidad lo que existe en el sistema es una muy mala distribución de los maestros. Hay maestros que tienen muchos estudiantes y otros que no tienen estudiantes o tienen pocos.  Sin embargo, constantemente se están recibiendo solicitudes de personal docente y operativo. Los alcaldes contribuyen en forma especial apoyando en infraestructura y contratación de nuevos maestros. Aún así, la demanda continua, lo peor del caso es que no existen soluciones inmediatas para resolver esta problemática, cuya principal fuente de solución son los recursos financieros.  Estamos buscando una forma de realizar lo que se puede llamar convocatorias permanentes para que una vez el maestro se jubila inmediatamente sea sustituido por alguien más.   

Permanentemente veo en las redes sociales y medios de comunicación, la presentación de casos en donde se hace ver nuestra triste realidad,  y no veo lo bueno que se hace.   Hay mucho por hacer, todos debemos participar en la solución de esta problemática.