jueves, 2 de febrero de 2017

La educación en el siglo pasado versus la de hoy (II)

Oscar Hugo López Rivas


Actualmente la educación ofrece a los niños más posibilidades de acceso, hay  más escuelas, caminos o carreteras, becas y programas de apoyo, entre otros medios que permiten asistir a la escuela. En muchos lugares hay aulas con pizarrones de fórmica y marcadores de tinta. Existe un Currículo Nacional Base que orienta los procesos formativos, algunos lo usan y otros no. Unos prefieren utilizar un texto publicado por  las empresas dedicadas a este menester.

Los padres en algunos casos tienen formación y opinan en relación a los requerimientos para la educación de sus hijos. Visitan las escuelas para demandar mejoras en la calidad que se les ofrece, o bien denuncian malos tratos verbales o físicos. Los docentes ya no pueden castigar ni sancionar a los niños como antes, hay legislación que evita ese tipo de tratos. 

Los recesos se viven diferente, los juegos son otros. El fútbol y básquetbol siguen siendo comunes; sin embargo, hay otras actividades. Quienes tienen celular lo llevan a la escuela y lo usan para enviar mensajes en WhatsApp, Facebook y subir fotos a Instagram, entre otros.

Las tareas las hacen en muchos casos los padres; en otros, los estudiantes utilizan internet para este fin. Algunos simplemente copian y pegan información sin leer o analizar lo consultado. Los alumnos hacen varias cosas al mismo tiempo: escuchan música, hablan por teléfono, chatean y hacen tareas.

Los alumnos todavía cursan mecanografía cuando el mundo actual requiere habilidades en computación. Aunque hay más oportunidades para el nivel medio, todavía no es suficiente la oferta. Son pocos los que estudian en este nivel; quienes se gradúan y consiguen  un trabajo en la carrera que han finalizado, son los menos.

El pensum de estudios para el ciclo básico tiene 15 sub áreas; los períodos de clases duran teóricamente 30 minutos, así que poco se puede lograr con esas condiciones, y sí a eso le agregamos que no existen profesores especializados para las materias, la situación se complica ya que cualquiera imparte las materias sin la formación adecuada.

A pesar de estar en pleno siglo XXI, todavía hay desafíos básicos por enfrentar. No solo basta con que los niños y jóvenes tengan oportunidad de estudiar, es necesario que lo estudiado sea de calidad, y que su formación la reciban en condiciones dignas y saludables.


Oscar Hugo López Rivas
Ministro de Educación

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