En los últimos días hemos recibido noticias muy
tristes con relación a niños y jóvenes que han sido asesinados, maestros y
maestras que han sido presas de la ola de violencia que afecta a nuestro país.
Lamento mucho lo que está sucediendo, no entiendo cómo mentes enfermas se
ensañan contra los niños para cortar sus sueños, ilusiones y su vida. Tengo información que las familias de los
niños recién asesinados provenientes de la Aldea Cerro Alto, San Juan
Sacatepéquez, son de escasos recursos, lo cual aclara que la verdadera razón para quitarles la vida, no
está asociada al secuestro por pago de rescate. El caso de los niños de esta
aldea, ha estremecido a toda la sociedad, debemos unirnos para brindar información
y resguardo a los menores, crear alertas tempranas que permitan denunciar e
informar sobre riesgos a los cuales pueden estar expuestos los niños y jóvenes.
Reconozco que se realizan esfuerzos para brindar seguridad a los guatemaltecos,
pero lamento que nuestra sociedad se haya vuelto violenta en una forma impresionante de unos años para acá. Estamos
considerados como uno de los países mas violentos del mundo, vemos a diario
hijos que golpean o asesinan a sus familiares, los niños son contratados como
sicarios, las madres se deshacen de sus hijos recién nacidos o bien los
asesinan, padres que violan a sus hijas o hijastras. Nos hemos convertido en
una sociedad donde nuestras diferencias las resolvemos por la vía de la
eliminación física, quitándole la vida a nuestro enemigo o en algunos casos ni
siquiera es nuestro enemigo, es una persona que genera competencia, me cae mal
o bien es exitoso y eso no lo resistimos. Algunos pagan por hacer el trabajo de
quitarle la vida a otro ser humano, esta
situación que como sociedad vivimos no puede seguir así, debemos crear una
cultura diferente, que enseñe a vivir en paz y armonía, a respetar al otro,
respetar la diferencia, aceptar la crítica y la oposición, conocer límites, obligaciones
y derechos, pero sobre todo, a respetar la vida. Esa cultura debe ser nuestro ideal y la
familia es la primera constructora de valores y principios sobre los cuales la
escuela, la iglesia y la sociedad jugarán su papel de fortalecedoras de esas
condiciones básicas, las familias no deben delegar esa responsabilidad a la
escuela. En la actualidad la familia no
es la célula que fue, donde había integración, cuidado, educación, corrección y
muchas otras condiciones. La situación cambió, la familia hoy está desintegrada.
Necesitamos de nuestro compromiso para
garantizar la seguridad y la vida a todos, especialmente a nuestros niños, que
merecen una vida digna, segura y de esperanza.
miércoles, 22 de febrero de 2017
jueves, 16 de febrero de 2017
Servir no tiene límites
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Hace unos
días tuve la oportunidad de conocer a tres profesionales puertorriqueñas
que me explicaban llevan más de 5 años viajando con cierta periodicidad a Guatemala.
Todo empezó en el 2010, cuando participaron
en una actividad académica de la lectura en nuestro país. Ellas son profesoras
y estudiantes de la Universidad de Puerto Rico, su especialidad es la docencia
en el área de literatura. Me relataron que cuando vinieron por primera vez Guatemala
a dicha actividad, conocieron a un niño que generó en ellas un sentimiento muy
especial. Al seguirle la pista, identificaron que residía en el caserío Nimayá,
aldea La Vega, municipio de Patzún, Chimaltenango.
Ellas llegaron, conocieron a su familia y a
la comunidad y desde entonces se han convertido en personas que han contribuido
de forma extraordinaria al desarrollo educativo de esa comunidad. Diseñaron el
proyecto “Alianzas de lectura Puerto Rico-Guatemala”, logrando apoyo económico en su país para implementarlo, motivando a personas e
instituciones para que se unan y lo han logrado.
Me contaron que han tenido momentos difíciles
por falta de recursos para continuar con el programa, por lo cual han dispuesto
de sus fondos para sufragar gastos de boletos aéreos, manutención en el país, compra
de materiales y otros gastos que el programa genera.
Encontraron en las artesanías guatemaltecas
la posibilidad de llevarlas a Puerto Rico, venderlas en la universidad y
recaudar fondos para esta noble causa. Se les han unido estudiantes que las
acompañan a desarrollar iniciativas conjuntas.
En el marco del proyecto instalaron una biblioteca con más de mil títulos; generaron
un programa de lectura familiar que ha impactado en el aprendizaje de los niños
y sus familias; donaron equipo de cómputo; capacitan permanentemente a los
maestros y a los padres de familia, y desarrollan actividades especiales, como
elaboración de materiales con los niños, luego de visitas guiadas a lugares turísticos
del interior del país y de la capital.
Conocí cuentos y dibujos escritos por los
niños que demuestran el gran nivel que
han alcanzado con tan importante programa.
Cuando escuchaba el relato de su intervención
en Guatemala, reflexioné en torno a que sí, los propios guatemaltecos,
especialmente quienes cuentan con recursos se comprometieran a apoyar a un
centro educativo utilizando su creatividad, capacidad de gestión, iniciativa y
algunos recursos, las cosas podrían cambiar.
Titulé mi columna “servir no tiene límites”
porque estas amigas de Guatemala, siendo de otro país se comprometieron a
apoyar a una escuela, lo han cumplido y siguen luchando por contribuir.
Guatemaltecos, ahí tenemos un ejemplo de lo que se puede hacer, si tan solo
asumimos un compromiso con nuestro país.
jueves, 9 de febrero de 2017
Los textos escolares
El martes de esta semana se dio el banderazo de
salida para la distribución de textos escolares hacia todas las escuelas del
país, acto en el cual se contó con la presencia del Presidente de la República, autoridades
del Mineduc, estudiantes y maestros. Fue un esfuerzo para cumplir con ese
compromiso institucional.
Se distribuirán 4.7 millones de textos, a un costo de Q.44.385,260.14, que incluye impresión, embalaje y distribución.
Este costo fue significativamente inferior al que en otros años ha tenido este
rubro, pudiendo utilizar los ahorros logrados para más textos o mejoramiento de
la infraestructura educativa.
Es importante recordar que a finales del
año pasado se hizo la
distribución de textos en 15 idiomas mayas para fortalecer la educación
bilingüe intercultural, un esfuerzo cuyo propósito es llegar con materiales de
acuerdo al contexto cultural y lingüístico de nuestro país.
Es común escuchar que los textos escolares llegan
tarde, no llegan en cantidades deseables y que su diseño y contenido no es el
más adecuado para la realidad del país. Ante estos aspectos, estamos impulsando
la estrategia para mejora de los textos a partir de darles mayor pertinencia y
relevancia con el propósito que, tanto niños como docentes, encuentren en ellos
el medio que facilite el aprendizaje.
Uno de los primeros pasos dados en esa dirección
fue la reelaboración de los textos utilizados como cuadernos de trabajo para el
nivel preprimario. De ello surgieron dos instrumentos muy atractivos
didácticamente, que fueron diseñados por personal técnico y docente que trabaja
para el Mineduc, dándoles la oportunidad de aportar, crear e innovar.
Similar estrategia está aplicándose a la
elaboración del texto de Comunicación y Lenguaje para primer grado, y seguramente en la
dotación de textos para el 2018, los docentes podrán contar con este valioso
aporte.
Aprovecho el espacio para recomendar a los docentes
que utilicen los textos escolares, que son
elaborados con recursos de los guatemaltecos y buscan que, por medio de ellos, lleven a los niños y niñas
hacia un horizonte de aprendizaje que les abra las puertas a un futuro mejor. Tengo
entendido que hay centros educativos en donde los textos no son utilizados, eso
realmente es lamentable y espero que, si en el pasado se ha dado, ahora veamos
que si todos nos comprometemos a cambiar, las cosas pueden ser mejores.
jueves, 2 de febrero de 2017
La educación en el siglo pasado versus la de hoy (II)
Actualmente la educación ofrece a los niños más posibilidades de
acceso, hay más escuelas, caminos o
carreteras, becas y programas de apoyo, entre otros medios que permiten asistir
a la escuela. En muchos lugares hay aulas con pizarrones de fórmica y
marcadores de tinta. Existe un Currículo Nacional Base que orienta los procesos
formativos, algunos lo usan y otros no. Unos prefieren utilizar un texto
publicado por las empresas dedicadas a este
menester.
Los padres en algunos casos tienen formación y opinan en relación a
los requerimientos para la educación de sus hijos. Visitan las escuelas para
demandar mejoras en la calidad que se les ofrece, o bien denuncian malos tratos
verbales o físicos. Los docentes ya no pueden castigar ni sancionar a los niños
como antes, hay legislación que evita ese tipo de tratos.
Los recesos se viven diferente, los juegos son otros. El fútbol y básquetbol
siguen siendo comunes; sin embargo, hay otras actividades. Quienes tienen
celular lo llevan a la escuela y lo usan para enviar mensajes en WhatsApp, Facebook
y subir fotos a Instagram, entre otros.
Las tareas las hacen en muchos casos los padres; en otros, los
estudiantes utilizan internet para este fin. Algunos simplemente copian y pegan
información sin leer o analizar lo consultado. Los alumnos hacen varias cosas
al mismo tiempo: escuchan música, hablan por teléfono, chatean y hacen tareas.
Los alumnos todavía cursan mecanografía cuando el mundo actual
requiere habilidades en computación. Aunque hay más oportunidades para el nivel
medio, todavía no es suficiente la oferta. Son pocos los que estudian en este
nivel; quienes se gradúan y consiguen un
trabajo en la carrera que han finalizado, son los menos.
El pensum de estudios para el ciclo básico tiene 15 sub áreas; los
períodos de clases duran teóricamente 30 minutos, así que poco se puede lograr
con esas condiciones, y sí a eso le agregamos que no existen profesores
especializados para las materias, la situación se complica ya que cualquiera
imparte las materias sin la formación adecuada.
A pesar de estar en pleno siglo XXI, todavía hay desafíos básicos por
enfrentar. No solo basta con que los niños y jóvenes tengan oportunidad de
estudiar, es necesario que lo estudiado sea de calidad, y que su formación la
reciban en condiciones dignas y saludables.
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