viernes, 23 de junio de 2017

En honor a un peruano universal

Dedico estas líneas en honor al gran académico y amigo que ha hecho aportes a la educación guatemalteca en varias instituciones. Vino a Guatemala en los años 80 y desde 2007 radica en el país. Este año finaliza su relación laboral con la Cooperación Alemana  y vuelve a su natal Lima. 

Hablo del Dr. Luis Enrique López-Hurtado, profesional del que hemos aprendido, especialmente de su principal experiencia: la Educación Intercultural  Bilingüe. Maestro que comparte su conocimiento y que con actitud  humilde y don de gentes, deja huella por donde pasa,  de origen peruano, pero ciudadano del mundo.

Ante su despedida de Guatemala, a solicitud del Ministerio de Educación se le otorgó el honor del cambio de la Rosa de la Paz  y  se ha pedido se le conceda la Orden del Quetzal.

El 19 de junio el Dr. López-Hurtado hizo el cambio de la Rosa, acto lleno de mucho simbolismo, pues reúne  elementos importantes de nuestro país: lo acontecido durante el conflicto armado interno y la firma de los Acuerdos de Paz firme y duradera. Ese sitio es un símbolo del post conflicto y de armonía que ambicionamos los guatemaltecos. Con este acto se le concede el distintivo de Mensajero de la Paz.  

Con lo trascendental del acto, se ha conferido el honor a un hombre extraordinario que sin ser guatemalteco, ha aportado mucho a la educación del país.

En la educación intercultural bilingüe hay mucho de su aporte, que con su sello especial, muchos pueblos de Guatemala se ven beneficiados de la educación que reciben.

Lo conozco desde hace algunos años. He visto su trabajo en varios países de América, ha dejado huella por donde pasa. El reconocimiento y valoración a su trabajo es mencionado en donde ha laborado.  Como académico ha aportado sus ideas a través de los libros que ha escrito y que se distribuyen en Europa y América, así como profesor de distintas universidades en diferentes países.

Como sociolingüista y especialista en educación bilingüe intercultural es de los profesionales más reconocidos del continente y sus aportes son invaluables.


Le rendimos este homenaje por finalizar su  trabajo al frente del programa EDUVIDA; sin embargo, espero no se retire definitivamente de Guatemala y podamos seguir aprendiendo todos de su saber y don de persona.  Es un hombre sencillo, de gran actitud y comprometido con la educación. Felicidades amigo y gracias por los aportes a la educación  de nuestro país.

viernes, 16 de junio de 2017

Escribo a los padres

Para aquellos hombres que trabajan y luchan a diario para obtener el bienestar de sus familias, que deben hacer esfuerzos enormes por lograr darles lo básico para vivir,  y que en algunos casos tienen  a una esposa que les apoya para lograr las metas y con esfuerzo mutuo  hacen su contribución a la sociedad.

También hay hombres que no cuentan con ese respaldo y comparten su vida con personas que no ayudan, que dedican su vida al lujo,  infidelidad, vicios, holgazanería  y tantos otros males.  A muchas mujeres también les toca una realidad semejante cuando comparten su vida con hombres con características semejantes a las descritas. 

Al Día del Padre no se le da la misma dimensión que a otras celebraciones. Hoy escribo en honor a los padres, esos hombres que madrugan, que trabajan para su familia para darles alimento, vestuario, educación, salud y recreación, entre otros; y en muchos casos quedándose sin los satisfactores básicos, aquellos padres que se niegan a sí mismos por darle bienestar a los demás.

Están los que prefieren no comer para alimentar a sus hijos, que llegan a su casa y deben seguir trabajando en el quehacer del hogar, que ayudan a sus hijos en sus tareas escolares, aquellos que deben cocinar los alimentos y ejercen los dos roles, pues están solos. A esos padres que  muy pocos valoran, padres que no tienen tiempo para celebrar, porque no hay descanso para ellos. A esos padres que  con su ejemplo están haciendo ciudadanía y hacen  posible día con día un mejor país.

Este 17 de junio, Día del Padre, saludo a todos los padres, y les deseo que su trabajo y esfuerzo siga con el mismo ímpetu de siempre o aún más. Que no esperen el reconocimiento de nadie, y que su orgullo sean  los hijos que formaron, que siempre pondrán en alto su apellido por los valores, principios y conocimientos inculcados.

Que lo bueno que son, sea un estandarte para que cuando formen a su propia familia, se distingan por la semilla que el padre ayudó a germinar.  

También recuerdo con este mensaje a aquellas madres que juegan el rol de padres y madres a la vez, sea porque son madres solteras, viudas o viven en compañía de alguien que no desarrolla su papel como tal.


A todos con profundo respeto y admiración les deseo un buen día,  ya que debe ser una buena ocasión para agradecer, recordar y valorar el gran papel que juega un buen padre en la sociedad.