miércoles, 23 de mayo de 2018

La primera feria científica en Guatemala. Un desafío para los niños y jóvenes. Parte I


La creatividad y la innovación son dos condiciones fundamentales  de la naturaleza del ser humano, sin embargo, es muy común que socialmente, desde muy pequeños los seres humanos estén participando de procesos en donde en lugar de lograr mejores condiciones para el desarrollo de esas dos cualidades, lo que sucede es que se inhiben o limitan.  Es muy común, que a los niños desde temprana edad  se les limite el desarrollo de la libertad para crear, en muchas de sus acciones reciben prohibiciones para actuar, de manera que pareciera que lo que se espera de ellos es que hagan lo que se les dice y nada más.  

Es una forma típica de limitar su desarrollo y posibilidades. Se les calla cuando hablan, se les pide que no escriban, que no ensucien, que no estén hablando de más, que no hagan bulla, que no jueguen,  etc. Los niños son curiosos, preguntan, indagan, buscan, crean. La prohibición es permanente, y  todos en la mayoría de las familias participan de ello.   Considero que mucho de esto está asociado con el modelo educativo con el que fuimos formados, fue un modelo impuesto, aleccionador y de dominación.  Esto hace que la mayoría de los adultos piensen que  la mejor forma de educar es la basada en el silencio, en la obediencia, en hacer solo lo que se pide, en hacer solo lo “correcto”.  Todo esto nos ha llevado a tener sociedades que no trascienden, tan solo algunos pueden nadar en contra de la corriente,  pero la mayoría hace lo que conviene al sistema. 

Por otra parte, nuestros niños de 0 a 6 años,  viven una realidad muy crítica, desde graves problemas de desnutrición, hasta exclusión directa o indirecta en el sistema educativo. De esa cuenta, tan solo, el 4% de los niños de 0 a 4 años tienen alguna oportunidad de programas de educación integral para la primera infancia  y el 51.2 % de los niños de  4 a 6 años tienen acceso a la educación pre primaria.  El resto está condenado a las mínimas posibilidades para su desarrollo integral.  En muchos casos, los países ofrecen poco para estos niveles, no tienen mucha cobertura, los recursos económicos condicionan esta realidad. Por otra parte, la formación de los padres, quienes cuando se les pregunta por que no envían a sus hijos al nivel inicial o pre primario, dicen con una ignorancia justificada- pues así se les ha formado- que enviarlos para que vayan solo a pintar, cantar o  jugar, de nada les sirve, y únicamente genera gasto. 

Esto es el resultado de lo que desconocen, sobre todo de lo que el sistema ha formado en los adultos. Lo peor del caso es que, pareciera que la indiferencia de quienes tienen la oportunidad de estudiar y de formarse  es algo normal. Como quien dice, sálvese quien pueda,  pareciera que si el otro no se forma eso no me afecta, estamos equivocados, en la medida que nuestra formación como sociedad sea débil, esto afecta el rumbo del país, el nivel de vida de todos, la seguridad y las oportunidades como sociedad.

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