jueves, 4 de julio de 2019

Maestro, una memoria perdurable.


Ministro de Educación


Quiero iniciar con la siguiente historia. “Había un niño quien cada vez que le preguntaban qué quería ser cuando grande, siempre decía que deseaba ser maestro. Los padres y familiares le preguntaban con bastante frecuencia para ver si había cambiado de aspiración. Él se mantuvo, cuando le preguntaban las razones él decía con mucha claridad.  Quiero ser maestro porque quiero ser como mi profe Carlos. Él siempre viene temprano y aprovecha a saludar uno por uno a los estudiantes, habla con cada uno, se preocupa por uno. Siempre está riendo, veo que disfruta lo que hace, nos cuenta que en el tiempo libre está buscando materiales e información para enseñarnos mejor y agradarnos.  Lee, busca dinámicas para que aprendamos con felicidad y agrado. Nunca le he oído que exprese una mala palabra. Todos lo respetamos. Cuando él no viene porque está enfermo o por que pide permiso, la clase completa, no es cierto que la clase, la escuela completa, está triste.” 
Muchas veces uno ya no recuerda a las personas, pero ellas nunca lo olvidan a uno.  De ahí el pensamiento que dice que “el buen maestro nunca se olvida y sus enseñanzas perduran toda la vida”.  Estoy seguro, como maestro que soy, que la principal satisfacción para ustedes nunca ha sido lo material, pues la profesión docente no necesariamente representa una profesión que le dará un mejor estilo de vida, por lo poco dignificada que está, pero eso sí, da lo que ninguna profesión otorga,  y que consiste en ver la realización en sus alumnos; el que alguien los encuentre en algún lugar se acerque con ustedes y les diga: “gracias maestro porque a partir de sus enseñanzas yo logré tener éxito; gracias a sus consejos yo logré triunfar. Maestro, yo recuerdo que me decía que yo podía lograr lo que me propusiera, siempre lo llevé en la mente, y lo puse en práctica.  Gracias por sus correcciones, por la disciplina, por el ejemplo, todo eso sirvió para que yo triunfara.”
Guatemala fijó el 25 de junio para celebrar el día del maestro.  Una celebración que lleva implícita la reivindicación del gremio magisterial, esos hombres y mujeres que han decidido dedicarse a una de las labores más dignificantes y satisfactorias que una persona puede elegir, la docencia. Esa profesión que dignifica, gratifica y conmueve.  Representa, el trabajar por y para el desarrollo de otros. Significa entregarse, apasionarse, comprometerse para dar a los demás la oportunidad de crecer y lograr sus propias metas. Ser docente significa, convertirse en un estudioso permanente, apasionado por aprender y  estudiar, prepararse día a día, desarrollar los más altos valores ciudadanos, ser tolerante, paciente, comprometido y estar dispuesto a ser modelo ante los demás. También el ser maestro lleva implícito, cuando se ejerce el magisterio por vocación, estar dispuesto a todo por aportar y cambiar nuestro entorno, desde madrugar, caminar, y viajar largos tramos.
Maestro usted inspira usted,   deja huella, usted le cambia la vida a muchas personas.