Hablar de la calidad educativa es un tema complejo. El término calidad viene de la empresa y
empezó a utilizarse en educación en la década de los 90. Hay diferentes
definiciones las cuales dependen de aspectos ideológicos y socio pedagógicos. La calidad educativa es el resultante de
varios factores, entre ellos: la formación docente, actitud y vocación,
materiales y textos utilizados, el tiempo y dedicación al estudio por parte de
los alumnos, los servicios con que cuenta la escuela, infraestructura, participación de
los padres de familia, el interés de los padres por sus hijos, entre otros. La interrelación de estos factores, produce
una educación de calidad, pertinente, relevante y significativa. Es posible que
en un proceso existan algunos de los factores mencionados, pero falte vocación
y formación docente, en consecuencia los resultados son
desastrosos. Lo más importante es el docente con formación, vocación, actitud
de servicio, entrega a su profesión, creatividad y formación permanente. Un buen
docente, con vocación y entrega supera cualquier otra limitante del sistema
educativo.
Es imperativo que la formación inicial de los docentes se desarrolle con
responsabilidad, compromiso y dedicación en donde los aspectos que sobresalgan
sean el modelo de formación basado en un
paradigma educativo moderno, creativo, holístico. Prevaleciendo, el aprendizaje, el alumno, el
proceso, entre otros. La formación de
los maestros no debe ser solo teórica, sino acompañarse de la práctica desde el
inicio del proceso formativo. Provocar que exista un manejo adecuado de la
disciplina, compromiso extremo con los resultados del aprendizaje, estar impregnada de las herramientas que
permitan lograr el desarrollo del
aprendizaje y la capacidad para hacer gestión educativa. También es importante
que el docente cuente con formación para el análisis, aplicación y evaluación de políticas educativas. Formación en el uso
de la investigación que ayude a resolver situaciones que enfrenta en el salón
de clase, y aplicar soluciones a esos problemas, también es importante la
formación en herramientas de tecnología y comunicación moderna.
El docente debe ser un facilitador,
en el pasado los libros tenían toda la información, quienes los leían eran los
poseedores del conocimiento. Ahora el conocimiento y la información está en las
máquinas, en internet, y el papel del
docente es orientar para que el alumno aprenda a buscar información relevante,
el docente entonces es importante en el sistema educativo. Por lo tanto, su
formación, valoración personal y profesional es clave para hacer que una
sociedad logre mejores niveles de desarrollo.
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