Recientemente
se celebró en Weimar, Alemania, un encuentro donde participaron representantes
de más de 30 países, que trabajan en
programas que dan atención específica a jóvenes y adultos. Es decir, aquella
educación alternativa diseñada para jóvenes y adultos que por razones diversas
no fueron a la escuela o la tuvieron que dejar. Aquella educación que es
flexible, que privilegia lo aprendido a lo largo de la vida, sin ciclos, ni grados, sin calendarios, es
decir que no es escolarizada.
Se aprovechó la ocasión, para
celebrar el inicio de esta forma de atención educativa en Alemania, 100
años de ofrecer ese servicio a esta población e igual cantidad de tiempo tiene
la asociación alemana de educación de jóvenes y adultos. Para los alemanes no
ha sido fácil, muchos problemas se dieron en el pasar de este siglo, desde la
negativa de algunos pensadores en aceptar que se dedicaran recursos a este
esfuerzo, pasando por la politización de los centros de atención de jóvenes y
adultos hasta desarrollar un programa sólido que logra consolidarse y ofrecer
su experiencia a otros países en el
mundo, 50 años después se crea la asociación alemana de educación de jóvenes y
adultos con proyección internacional.
La DVV, como se conoce, ha traído su experiencia
así como encabezado iniciativas importantes en el mundo, permitiendo la
construcción colectiva de esfuerzos en esa dirección. Esa aportación ha sido clave sobre todo en los
países con grandes inequidades, donde la pobreza es el principal factor
motivante de la no inserción en el sistema educativo y las sociedades no
cumplen con garantizar el derecho de acceso a la educación. En dicho evento se discutieron aspectos
trascendentes y se llegó a conclusiones muy claras, como que no existen recetas
de lo que hay que hacer en este campo, que el diseño de currículo para esta población debe ser específico y no
pretender remediar lo que no se alcanzó, lo cual es un craso error y la
necesidad de no escolarizar los programas de jóvenes y adultos. Es importante
señalar la necesidad de formar capital humano que piense, diseñe y planifique
la educación de jóvenes y adultos. No deben ser los mismos que piensan la
educación escolarizada, porque a lo que se llegaría es a la aplicación del
paradigma tradicional, haciendo que existan ciclos, materiales, contenidos,
requisitos, horarios, jornadas y demás elementos como en el paradigma tradicional
y escolarizado. Lo impresionante es la importancia que los países le dan a este
esfuerzo, ejemplos en Latinoamérica son: México y Bolivia, de quienes nosotros
hemos aprendido mucho. Sin embargo, todavía estamos en la etapa en donde algunos mal
llamados expertos, critican los exámenes por suficiencia, la certificación de
competencias para aquellas personas que desarrollan con propiedad ocupaciones y
oficios, la educación en línea, la educación a distancia, los cursos libres; así como la simplificación de todos los trámites
para reconocer estudios realizados en el extranjero, también la facilidad para quienes
han realizado estudios en Guatemala y no tienen los documentos en su poder, una
interesante apuesta que va dirigida a la educación de los guatemaltecos radicados
en otros países: nuestros migrantes. Los críticos de estos esfuerzos se ufanan en querer dedicarle esfuerzos solo a
los niños y jóvenes en edad escolar, como que si los otros no existieran o no
tuvieran derechos y empiezan a tirar su veneno hacia quienes buscan otras
alternativas, para llegar a hacer valer un derecho del ser humano, a veces muy
lejano de cumplirse. El derecho a la educación.
Buena tarde señor ministro, con todo respeto le hago una pregunta y quiero me la responda con sinceridad: será que a nivel nacional está pendiente la asignación de puestos en el nivel primario monolingüe por traslado o no? Soy de Playa Grande, Ixcán, Quiché y aquí está pendiente o está estancado el proceso. Sólo procedió el ramo bilingüe. Expliqueme, qué paso ya que nadie da información. Estaré agradecido por su atención!
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