Como se ha
escrito, el sistema educativo nacional presenta limitaciones en varios ámbitos,
también se ha dicho con mucha claridad que como país invertimos poco en
educación, tan sólo el 2.8% del PIB y lo recomendado es invertir 7%. El tema de
la inversión tiene una serie de explicaciones, sin embargo, debe estar claro
que si deseamos un mejor sistema educativo necesitamos invertir más en él.
A pesar de esas
limitaciones hay esfuerzos que en muchos casos no se conocen o no se valoran,
por ejemplo: al momento que escribo esta columna, se ha ejecutado el 70% de los
recursos asignados a las organizaciones de padres de familia-OPF- para los
programas de alimentación escolar, gratuidad, valija didáctica y útiles
escolares. Esta no es una tarea fácil si tomamos en cuenta la priorización de
los recursos que se tienen que hacer en los primeros meses del año y decidir de
esa cuenta trasladar los mismos a los sectores más importantes. Asimismo, el 22 de enero se dio el banderazo
de salida de los textos escolares para todo el país, entre 10 y 25 camiones
diarios se dirigen a los diferentes centros de acopio para hacer llegar 5
millones de textos a las escuelas. Iniciamos
las clases una semana antes de lo tradicional y esperamos finalizarlas también
en fechas posteriores a lo común.
Sin embargo,
estas priorizaciones se ven empañadas ante los graves problemas en la
infraestructura escolar la cual ha sido desatendida por décadas. El 88% de las
escuelas están en terrenos que no son propiedad del Estado por tanto no hay
certeza jurídica para la inversión en ellos.
Los desastres naturales cada año suman una gran cantidad de edificios
escolares afectados. No hemos salido de
reparar algunas escuelas y se suman otras con peores afecciones que las
primeras. Es una situación de nunca
acabar. Por otra parte, el tema de
mobiliario y equipo, es verdaderamente penosa la situación en que se encuentran
muchos centros educativos con carencia de escritorios y equipo para su buen
funcionamiento. A esto debemos de sumarle el hecho que en algunos edificios
funcionan varios centros educativos en distintas jornadas. La vida útil del
mobiliario se reduce significativamente y los recursos para invertir en estos
rubros en algunos casos no existen o son muy limitados. También surge un
problema permanente que es la demanda de nuevas plazas docentes.
En realidad lo que existe en el sistema es
una muy mala distribución de los maestros. Hay maestros que tienen muchos
estudiantes y otros que no tienen estudiantes o tienen pocos. Sin embargo, constantemente se están
recibiendo solicitudes de personal docente y operativo. Los alcaldes
contribuyen en forma especial apoyando en infraestructura y contratación de
nuevos maestros. Aún así, la demanda continua, lo peor del caso es que no
existen soluciones inmediatas para resolver esta problemática, cuya principal
fuente de solución son los recursos financieros. Estamos buscando una forma de realizar lo que
se puede llamar convocatorias permanentes para que una vez el maestro se jubila
inmediatamente sea sustituido por alguien más.
Permanentemente veo
en las redes sociales y medios de comunicación, la presentación de casos en
donde se hace ver nuestra triste realidad, y no veo lo bueno que se hace. Hay mucho por hacer, todos debemos participar
en la solución de esta problemática.
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